Esta es una conversación posible, imaginad que dos personas
se cruzan dentro de 20 años. Pongamos que una de estas personas es maestro o
maestra y la otra persona trabaja en un comercio local. Cuando la segunda persona va a atender
amablemente a la primera, la mira a la cara y le suelta: “Tú dormías conmigo en
el Campamento”. Enseguida se cruza entre las dos personas una sonrisilla de
complicidad y ese vínculo indestructible se renueva… (puede ser que hasta le hagan descuento, pero eso
depende, que está la cosa muy mala). Esos podrían ser vuestros peques dentro de
un tiempo.
Ayer formamos tiendas y grupos, y empezamos a trabajar la
acogida y el descubrimiento del grupo con un montón de niños y niñas, que aún
no se conocen y que terminarán siendo grandes amigos. Futuros adultos y futuros
responsables del funcionamiento del mundo, en los que esperamos que la huella
de estos doce días marque al menos una pequeña enseñanza que les ayude. Ahora
les toca conocerse y aprender a respetar su diversidad. Para eso tienen que
darse la oportunidad de disfrutar estos de primeros días, en los que a veces
resulta difícil separarse de las comodidades y el cariño infinito del hogar.
Y todo esto a base de juegos y risas.
Ahí os dejamos unas fotillos. (si no los localizáis, no preocuparse que en un par de días ponemos más). SIEMPRE UNID@S
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