¡Buenas noches desde Úbeda!
Hemos vivido el final del campamento con demasiada intensidad y no queríamos dejar de mostraros lo que hicimos en los últimos días.
El jueves fuimos de nuevo al pinar para jugar al “Hechicero”, qué bien nos lo pasamos. Divididos en dos grupos teníamos que luchar entre hobbits, elfos, hombres y enanos para encontrar al hechicero.
Por la tarde hicimos algo menos usual y es que grabamos las tomas finales para el vídeo del que os hablamos en las primeras entradas. ¡Vaya equipazo de dirección, producción, cuerpo de baile y actuación tenemos! Toda la playa se quedó impactada de lo bien que lo hicimos.
Luego, cuando se puso el Sol, el grupo 0 nos dio las buenas noches con una bonita historia sobre un grupo de animales que se tenían envidia entre ellos y claro estaba que era porque cada uno poseía unas habilidades y cualidades muy especiales por las que destacaban. De ahí que la moraleja fuese que cada uno es como es, que no tenemos esos celos de otras personas, sino que brillamos por nosotros mismos y que nadie nos tiene que apagar esa luz especial que tenemos.
Pusimos fin al día volviendo al pinar con el juego de “Las luciérnagas”. Había que buscar 4 luces de colores en todo el bosque, pero había que andar con mucho sigilo, arrastrarse, hacer la croqueta, reptar… porque sino los monitores alumbraban y había que retroceder.
Finalmente llegamos al último día. Nos queda un sabor muy dulce de este campamento, pero esto es como todo, tiene que haber algún final. Recapitulamos lo que dijimos en el segundo día para saber si habíamos cumplido las expectativas que nos marcamos, o si simplemente podíamos mejorar de cara al futuro. Fue muy emocionante escuchar a los acampados decir que han disfrutado de estos doce días como no se lo imaginaban, que han hecho muchos amigos, que el grupo de “zerotes” han sido como sus hermanos mayores allí, que las cocis han hecho una fantástica labor alimentándonos y dándonos el cariño que necesitábamos, que el equipo de monitores y patrimonio han cuidado de nosotros como si fuesen sus papis y mamis, y que en general cada uno más que amigos son ahora familia. No podía faltar dar las gracias a la jefa. Anaé este ha sido tu primer año al mando, increíble labor acompañada de tu entusiasmo, dedicación y habilidad para liderar. Has dejado una huella imborrable en cada uno, eres inspiración.
Seguimos con más juegos, como la Oca, donde tenían que ir buscando el nombre de municipios de Jaén y hacer las pruebas correspondientes para salir victoriosos. Ganó el grupo 8, vaya figuras, entre este y el Depredador están haciendo un gran campamento. Otro juego del día fueron las matrículas, en las que teníamos que memorizar los códigos y emoticonos y salir corriendo. No hemos corrido más en nuestra vida.
Un poco más tarde, como ya es tradición, bajamos a ver el atardecer y aprovechamos para dar gracias a cada uno de nosotros mediante cartas. No faltaron lágrimas, tanto de risas por recordar los mejores momentos como de melancolía por ver que esta experiencia estaba finalizando. También aprovechamos este mágico instante para cantar bonitas canciones que ya habíamos practicado, ojalá esa hora hubiese durado para siempre.
Nos gustaría agradecer de parte de las personas que hemos dirigido el blog durante este turno todos los comentarios que habéis puesto, nos encanta leeros y ver que hay “feedback” desde Úbeda o desde otros puntos de España. Ha sido un verdadero placer poder relatar cada uno de nuestros días y sacar un rato para que los que no podéis venir o hayáis compartido la experiencia otros años. Muchas gracias a todos.
En este momento nos despedimos, pero no lo consideréis como un adiós definitivo, sino como un hasta luego. Estaremos de vuelta durmiendo en las tiendas de campaña, contando miles de historias, entender canciones al compás de las guitarras, comer en los autoservicios de metal y, volver a los cálidos abrazos que nos han fusionado en una familia.
Este campamento seguirá latente en nuestro corazones hasta que coincidamos nuevamente en este rincón especial, nuestro espacio de alegrías y memorias.
¡SIEMPRE UNIDOS!
Marina M y Carmen.