Ojalá hubierais podido escuchar el coro de voces angelicales del que disfrutamos durante la Eucaristía del Sábado, como en los mejores tiempos. A los que nos visitaron se le pusieron los pelos de punta.
Y como colofón los grupos nos obsequiaron con unas divertidas actuaciones (Doraimon, gigante y compañía incluidos), que fueron de lo más simpáticas y en las que demostraron sus grandes dotes interpretativas.
Los monitores les correspondieron con el baile del moscardón...
... Y así finalizó otro de nuestros días memorables en el mejor campamento que se ha realizado en los últimos diez siglos. (es que en Cádiz se nos pega lo de exagerar un poco).
Muchos saludos de parte de los peques, que se lo están pasando genial!
